Small Data, Data con impacto
Esta es la segunda entrega de Small Data, Data con Impacto: serie que documenta procesos de acompañamiento con distintas organizaciones que hacen uso de datos para la transformación de la vida de sus poblaciones objetivo; sin importar el tamaño de sus bases de datos, con un enfoque centrado en el potencial del análisis de datos para el cambio social. Ve aquí la primera entrega dedicada a Data en la calle: Small Data para la inclusión de poblaciones callejeras.
Segunda entrega: Datos por una vida libre de violencia.
Texto: Sergio Araiza
Si me preguntaran cómo describir a Casa Amiga en una palabra, diría; compromiso. Esa es la mejor forma que tendría para hablar del gran trabajo que Lydia y su equipo realizan en Casa Amiga A.C.
Casa, como también se le conoce, es un centro de crisis para mujeres que viven violencia y que desde hace 17 años trabaja en Ciudad Juárez. La organización atiende casos de violencia física, apoyo emocional a la violencia psicológica y asistencia jurídica entre otras actividades. También cuentan con programas de prevención de situaciones de violencia en la adolescencia (y prevención de abuso sexual en la infancia) así como orientación en diversos servicios que brindan otras instituciones con quienes colaboran.
Ciudad Juárez es una ciudad ubicada al norte de México que hace frontera con El Paso en Texas y en los últimos años recibió mucha atención por el clima de violencia que se desató en la región. Esta violencia provocó que toda clase de indicadores sobre dinámicas en el hogar – como violencia intrafamiliar – se dispararan a causa de las problemáticas que en el entorno local estaban sucediendo.
Nuestra historia con Casa comienza en diciembre del 2015 cuando Alexis, parte del equipo NDI México, nos cuenta sobre Casa Amiga, una organización que contaba con una buena cantidad de datos semi sistematizados, pero que no tenían mucha claridad sobre cómo analizarlos o lo que se podía hacer con ellos. Al paso de los días pude conocer y hablar con Lydia la directora de la organización.En esa primer charla con Lydia me comentó algunos detalles que son clave para las siguientes etapas de esta historia:
– Casa es una organización “pequeña” un equipo mayoritariamente compuesto por psicólogas, trabajadoras sociales, abogadas y personal de atención quienes están en contacto con las personas que viven o han vivido situaciones de violencia. Por otra parte el equipo de administración y apoyo a dirección son quienes están al día con toda la papelería de la organización.
– El modelo de atención de una usuaria de Casa se centra en la estabilidad emocional, lo que significa que en las primeras etapas se busca brindar seguridad y calidez a quienes atienden.
– La base de datos de la organización proviene de la información que la usuaria proporciona en la primera entrevista de valoración de su caso. En esta entrevista se obtiene un primer diagnóstico sobre: las razones que la motivaron a acudir a Casa y reconocer la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
La primera visita
Al paso de los meses tuve la oportunidad de viajar a Cd Juárez para trabajar de cerca con la organización y conocer mejor la dinámica de esta. Esa primer visita dio como resultado la columna vertebral de este proyecto.
Como mencioné en un inicio, el compromiso de las personas que trabajan en Casa es indudable, día a día enfrentan todo tipo de casos, muchos de ellos desgarradores. Es ahí cuando entiendes que solamente al conocer las historias de las personas que viven violencia se puede dimensionar esta problemática social que no está presente únicamente en Juárez, sino en toda América Latina.
En esa primera visita, conocí mejor a la organización, las áreas de trabajo, los procesos y objetivos del acompañamiento. Tuve acceso a la base de datos de la organización y estos fueron algunos de los primeros descubrimientos:
– La captura de los datos no estaba estandarizada. El documento resultado de la primer entrevista (que alimenta la Base de Datos) se registra en papel y después se pasa a un área de captura de información y se anexa al expediente de la usuaria.
– El flujo de la información no era el más eficiente. Los documentos circulaban entre las diversas áreas. Esto ocasionaba que si no conocías desde un principio el caso, probablemente tomaría varias horas ponerte al corriente al respecto.
– Decisiones no basadas en datos. Los datos una vez cargados al sistema de gestión de información (un desarrollo propio de hace algunos años) no eran consultados posteriormente, esto ocasionaba que la BD no tuviera peso para la toma de decisiones.
Para avanzar en este proyecto era necesario concientizar a todas y cada una de las personas líderes de la organización sobre el valor de los datos. Comenzando por la dirección.
El proyecto
En un principio el proyecto no tenía un entregable específico, de hecho para ser honestos durante una buena parte del proceso no teníamos claro el resultado; sin embargo, debíamos empezar por alguna parte.
Generar una cultura que valore el uso de datos dentro de una organización no es tarea sencilla, requiere de tiempo que muchas veces en el calor del trabajo no se tiene. También requiere visión sobre el aporte de los datos a la organización y ese fue, precisamente el primer reto y la misión a la que nos orientamos: Reconocer y valorar el potencial del uso de datos que Casa genera en pro de mejorar el servicio y la atención a las beneficiarias.
Dentro del equipo de Casa no existe una figura de TI o soporte técnico, en realidad estas funciones de apoyo tecnológico las realiza Adrían quien es parte del equipo de administración y otras necesidades de la organización.
La realidad es que muchas de las organizaciones no cuentan con personal permanente o semipermanente que de soporte a las necesidades diarias de trabajo. Esta situación por naturaleza trae todo tipo de conflictos tecnológicos pero también asociados a la productividad y calidad. En el caso de Casa Amiga, esto se veía reflejado directamente en la calidad de los datos que la base de datos contenía.
La base de datos de la organización es resultado de un proceso de digitalización de la información que comenzó por ahí de 2012 en la que se buscaba tener un sistema de expedientes electrónicos con la información y que sirviera de consulta.
Al paso del tiempo el sistema se vio superado por las necesidades y los cambios en las dinámicas de la organización. Este escenario nos hace reflexionar sobre los diversos procesos de modernización que se emprenden dentro de las organizaciones y que pocas veces cuentan con “líderes de proyecto” que realicen un diagnóstico adecuado y diseñen productos adaptados a las necesidades presentes y futuras.
A la fecha, la base de datos había compilado 18950 registros válidos desde enero de 2013 hasta mayo de 2016, casi 15 pacientes diarias. Dentro de la base de datos encontramos toda clase de incidencias que debían ser corregidas, por ejemplo:
– Toda clase de campos abiertos (sin listas y opciones múltiples)
– Errores de tipeo en la captura de datos
– Falta de estandarización para la captura de conceptos (por ejemplo: salario 1300 pesos ó 1300 pesos por semana)
– Registros duplicados que representaban a la misma persona
– Expedientes que no habían sido capturados en su totalidad
– Registros que habían sido capturados con valores diferentes a los del documento. Y algunas otras pesadillas dateras.
Con el fin de otorgar un diagnóstico a la organización y determinar el alcance del proyecto era necesario hacer un arduo trabajo de limpieza y estandarización de la información. A este punto, no teníamos claro si podíamos alcanzar el objetivo pero seguíamos firmes en intentarlo. Básicamente un salto de fe ¿verdad Lydia, Alexis?
DJ Patil y Hilary Mason en su publicación “Data Driven Creating a Data Culture” explican que cerca del 80% del trabajo en todo proyecto de datos está enfocado a la limpieza de datos. Como resultado, se invierten buena cantidad de recursos que en ocasiones genera desgaste dentro de los equipos de trabajo y en la realidad, no existe ninguna garantía de avance a las siguientes etapas del proyecto. Algo similar nos pasó con Casa; una buena parte de proyecto estuvo dedicado a limpieza de datos y de nueva cuenta sin garantía de avanzar.
Después de trabajo y muchas tazas de café logramos una base datos viable para analizar. Digo viable porque realmente no era la base de datos que sabíamos podíamos obtener. Y nos volvimos responsables de esta situación, es decir, que al poder imaginar lo que pudimos lograr con los datos, la organización entendió el valor de estos y el proceso de captura para futuras experiencias.
Los aprendizajes
Algunos de los grandes aprendizajes fueron:
●Colaborar intensamente con quienes producen y capturan los datos. Sin ellos nada tiene sentido, ya que son estas personas las responsables en origen de entender los datos, pero su rol alimenta a varias áreas.
●Lidiar con la frustración. Dejar atrás lo que pudo ser y enfocarnos a lo que teníamos se convirtió en un mantra, necesitábamos avanzar sin lamentarnos y ser optimistas y honestos con lo que podíamos lograr en esta etapa..
●Participar con actitud positiva. Suena trillado ¿verdad? Pero en la práctica fue mucho mejor que en el papel. Sin la participación y buena actitud de todas y todos durante las sesiones de trabajo, no hubiera sido posible entender las diversas caras de una problemática tan compleja.
●Aprender a escuchar. Cualquier proyecto que pretenda apoyar a un sector o grupo en específico debe ser paciente y adecuarse a los tiempos. Escuchar fue la pieza clave de nuestro acompañamiento. Eso significa que a lo largo de las charlas pude conectar con la causa, sentirme uno más de la organización y aportar en condición de iguales.
El resultado: Modelos de impacto basados en datos
Como dije, no teníamos muy claro cómo sería el resultado, esto no por falta de planeación sino por la constante evolución de las necesidades a las que nos adaptamos; los tiempos disponibles de todas las partes involucradas, las necesidades inmediatas y de largo plazo y por último las emergencias que un centro de crisis vive día a día.
Por algunos momentos pensamos contar con un producto al interior de la organización, por ejemplo: un modelo eficiente para la gestión de la información que sirviera a las diversas áreas; lo logramos. También pensamos en una infografía que comunicara todo el trabajo que se hace al interior de Casa; pensamos que era viable y aportaría valor, pero antes de comenzar a trabajar en el producto final comenzamos en pensar en grande. El resultado: un informe sobre las dinámicas de la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez.
En Juárez existen varias organizaciones que estudian y dan cuenta sobre la violencia de género en la ciudad pero nunca desde la voz de un centro de crisis como lo es Casa Amiga. En ese sentido, la experiencia y el trabajo respaldan nuestro informe.
Lo importante era tener claridad sobre lo que Casa Amiga quería decir y cómo esto aportaría a entender las dinámicas de la violencia en una ciudad tan azotada por todo tipo de violencia. Así, Lydia tomó las riendas y en conjunto me permitió analizar la totalidad de los registros válidos para presentarle una batería de indicadores que aportaran al informe. La visión de Lydia perfiló estos hallazgos a elementos concretos que podían dar cuenta de lo que día a día la organización trabaja con las víctimas.
El resultado se expresa en el Primer Informe de Hallazgos. Dinámica de la Violencia Contra las Mujeres en Ciudad Juárez.
Para Casa este informe contiene su voz, su trabajo y su experiencia. Los números solamente hablan de una pequeña parte de la problemática que se vive en la ciudad. Aquí algunos datos provenientes del informe:
– 74.13 % de las usuarias tienen entre 18 y 39 años. El rango de edad actual de las mujeres es significativamente menor, este nuevo análisis arroja un foco rojo respecto a la tendencia de que mujeres cada vez más jóvenes viven violencia.
– 33% de las usuarias se dedican principalmente al hogar sin percibir una remuneración económica.
Casa ahora reconoce como usuarias prioritarias de atención del centro a las mujeres jóvenes, casadas y/o con pareja, con escolaridad limitada a secundaria, dedicadas al hogar y sin remuneración económica, con pocas oportunidades laborales.
Dicho perfil es clave porque ofrece características específicas para entender y reflexionar sobre las pocas oportunidades académicas y laborales que tienen las mujeres en Ciudad Juárez.
El diseño del perfil de las víctimas nos permitirá reevaluar, rediseñar y redireccionar nuestras intervenciones e interacciones con las usuarias, en todas las áreas y servicios que Casa Amiga ofrece.
Este informe fue retomado por diversos medios de comunicación locales y nacionales:El Mexicano, Puente Libre,El Diario.
El resultado directo para la organización coloca a la organización como una referencia en el tema a nivel municipal y nacional, no únicamente por lo mostrado en el informe sino también por la experiencia adquirida. Actualmente Casa sigue emprendiendo en la modernización interna y en el rediseño de modelos de atención a víctimas basados en los datos obtenidos.
Para SocialTIC los resultados son diversos y todos enriquecedores:
– La experiencia de trabajar de la mano con organizaciones que están en la labor de generar cambio social.
– La oportunidad de repensar el valor y la disponibilidad de los datos no desde una perspectiva de Big Data, sino el valor y utilidad de los datos para causas, poblaciones y organizaciones a las que deben servir
– El reto de repensar la capacidad que una organización tiene para generar su propia data y usarla con valor para sus causas.
Por último no queda más que agradecer a quienes se comprometieron con esta experiencia.Gracias Lydia, Adrían, Horte y todo el equipo por creer y confiar en esta locura. Por levantarse todos los días y encontrar la motivación suficiente para hacer algo y ayudar a las muchas personas que las y los necesitan. ¡Lo logramos equipo!
Gracias NDI, carnalito Alexis, Cassandra. Gracias por una vez más dejarnos hacer locuras con ustedes y que además nos divertimos en el camino.