La exposición a nuevos medios de comunicación es siempre una gran experiencia. Aquello que ahí está nos abre las puertas a nuevas formas de información, entretenimiento, comunicación e interacción con otras personas. Así ha pasado con los medios tradicionales y con cada canal y grupo de contenidos que se han empaquedado para la sociedad de consumidores pasivos que formamos parte de su mercado.
Si bien la llegada de Internet abre la existencia de una libertad, más allá de las estaciones de radio o canales de TV, para que cualquier persona pueda buscar, facebookear y estar en contacto con cualquier tema, comunidad o información que exista, esto no ocurre tan naturalmente como han expresado algunos idealistas del Internet (Aquí una plática interesante sobre el tema). Si estamos acostumbrados a consumir información de fútbol, telenovelas y noticias amarillistas, lo más seguro es que cuando tengamos nuestra primera experiencia en Internet regresemos a esos contenidos y hablemos con nuestros amigos o exploremos algunos otros a los que era más difícil acceder en el mundo análogo (y según las estadísticas, los nuevos temas serían muy probablemente pornográficos).
Está comprobado que si sólo se dan computadoras y genera acceso a Internet, se está haciendo un esfuerzo fundamental, pero parcial. Estamos culturalmente cegados a la posibilidad de vernos a nosotros mismos como productores de conocimiento. Un triste ejemplo está en las entradas de Wikipedia por hispanohablantes.
También, es muy claro que la gran parte de la población es cívicamente inactiva en relación con muchos de los problemas que más le afectan a la sociedad. Entonces, si vemos a Internet y las redes sociales como mecanismos que pueden habilitar la comunicación, colaboración e intercambio entre las personas, si se busca aprovechar ese espacio para dinamizar la participación ciudadana, es muy relevante inducirla.
Durante Aldea Digital 2013, el equipo de SocialTIC y fantásticos voluntarios nos dimos a la tarea de acercar a más de 5,000 personas, gran parte de ellas en sus primeros contactos con Internet, al uso de este espacio para la participación cívica. En lugar de que al abrir el navegador viéramos fútbol, les invitamos a revisar cómo aprender o enseñar a hacer algo en WikiHow. Y en lugar de conocer lo último de la farándula, revisamos qué gasolineras dan “litros de a litro” en la página de Profeco.
Y al llegar a Facebook, fue natural el que tuviera mucho sentido que Rescate Animal tuviera una red de más de 200,000 seguidores conectados buscando hogar a animalitos y conversando sobre maltrato, cuidados y apoyos para animales en México. Al finalizar el ejercicio, la conclusión fue simple: Internet te permite tener una voz muy fuerte, colaborar con los demás para resolver problemas y generar conciencia, acceder a información útil para tu vida diaria y aportar conocimiento para que los demás accedan a contenidos relevantes y en su idioma.