Hoy en día el crecimiento y uso de las redes sociales, ha transformado la manera en que nos comunicamos e interactuamos con la gente, razón por la cual, al ser la comunicación uno de los procesos más importante en la esfera educativa, se ha despertado el interés en los educadores por saber, de qué manera influye el uso de redes sociales, como Facebook, en la vida de los estudiantes y cómo podemos aprovecharlas de mejor forma en la práctica docente diaria.
Sobre este tema hablaremos durante éste y el siguiente post, ya que primero trataremos de reflexionar sobre los cambios que ha suscitado el uso de las redes sociales y el impacto que suponen en la vida de nuestros estudiantes, para posteriormente, justificar su uso en la educación, mencionando algunas de las bondades, que por experiencia propia hemos observado en el uso de redes como Facebook y proponer así, algunos tips de uso práctico.
El primer punto nos lleva a reflexionar sobre el modo en que los jóvenes se comunican, interactúan y se apropian de la información, así como de los hechos más relevantes que suceden a su alrededor, es decir, comprender que las redes sociales, se han convertido en el principal medio de comunicación para difundir mensajes de forma rápida e incluso hasta viral, por la instantaneidad y facilidad con la viajan los mensajes.
Lo anterior podría ser visto como una amenaza para quienes nos movemos en la esfera educativa, si partimos del hecho, de que una gran mayoría de jóvenes no poseen las habilidades necesarias para discriminar y juzgar de forma crítica la información que llega a ellos, convirtiéndose en meros consumidores pasivos de información. Otros apelarán a la inseguridad que representan éstos sitios, por el mal uso y manejo de la información que se comparte, e incluso para muchos, el uso de las redes sociales ha favorecido el aumento de robos de identidad, secuestros, extorciones, etc.
Dichas amenazas se pueden ver reducidas en la medida en que nos preocupemos por educar en los medios y en desarrollar habilidades que favorezcan la selección y el consumo crítico de la información que recibimos, pero sobre todo, en la medida que fomentemos una cultura de responsabilidad en el manejo de la información que se comparte a través de las redes sociales, es decir, educar a nuestros jóvenes de forma que comprendan que así como en la vida diaria echamos mano de ciertas medidas de seguridad para cuidar nuestra integridad física, el hecho de que estemos “aparentemente” resguardados por el uso mediado de una computadora para acceder a internet, no es razón suficiente para no establecer medidas que garanticen nuestra seguridad, y es justamente sobre éstas medidas, donde debemos trabajar con los jóvenes, para que acepten la responsabilidad que implica establecer una vida social en la red.
En resumen se puede decir que las tecnologías actuales como lo son las redes sociales, no son ni buenas, ni malas; sino que poseen ambas caras, por lo tanto, dependerá del uso que se le demos, el impacto positivo o negativo que podamos obtener de éstas.