Preparar y ejecutar la observación electoral de un país, es una de los retos más interesantes que puede haber. La complejidad es grande y conforme se acerca la jornada electoral los ambientes se vuelven más tensos y las probabilidades de error y agresiones aumentan.
Este año, la observación electoral venezolana no fue la excepción. Con una base de 80 jóvenes en formación para recibir denuncias relacionadas a sucesos y delitos electorales, apoyamos a que VotoJoven contara con los procesos, protocolos y tecnología para realizar esa difícil tarea bajo una coyuntura social y política acalorada.
Como cualquier otro proyecto de reporteo ciudadano, la receta al éxito es sencilla: evitar dejar la reacción a la posibilidad. Entre mejor se está uno preparado para responder, tanto al alzar el teléfono para recibir la denuncia de un ciudadano como para contrarrestar los inminentes ataques cibernéticos, mejor correrá la jornada y mejor serán los datos que visibilizarán lo percibido por la gente desde las calles.
Con una participación constante, se recibieron poco más de 1,500 reportes validados durante la jornada electoral confirmando que la ciudadanía cada vez envía mejor calidad de reportes tras la primera elección. El reto, al igual que lo vivido en la elección mexicana, está en que cada denuncia tenga un cauce legal oportuno y que esa intención que motivó a la ciudadanía a reportar finalice en consecuencias para quienes hayan incurrido en abusos o delitos electorales.