La indignación siempre es un elemento catalítico del cambio. En el activismo es bien sabido que es mucho más probable que se movilice a favor de una causa aquella población que sabe de una problemática y que al indagar o vivirla enfrenta un descontento tal que le provoque indignación. Durante las distintas acciones de alarma, protesta e información ante las aberrantes leyes secundarias en materia de telecomunicaciones en México (seguir #LeyTelecom), personas indignadas se han movilizado no sólo a pie y en redes sociales, sino utilizando su talento y capacidades.
En un post anterior, se analizó cómo la creatividad ha sido un eje fundamental para comunicar a públicos distintos los peligros que algunos artículos de #LeyTelecom traen a la libertad de expresión en contexto de Internet y medios de comunicación. Igualmente, las reacciones tecnológicas han buscado que a través de aplicaciones, desarrollos web y otras plataformas digitales la ciudadanía pueda conocer, analizar y participar en el debate colectivo que #LeyTelecom ha fomentado. Y si bien, estas soluciones tecnológicas no son nuevas, su adopción, adecuación al contexto activista mexicano e involucramiento con acciones de comunicación para la incidencia tienen interesantes tintes de creatividad para generar acción ciudadana informada, persuasiva y articulada.
Una de las reacciones iniciales ante la publicación de #LeyTelecom fue la de ONG Derechos Digitales, Access Now y R3Dmx bajo #InternetLibreMX al configurar la plataforma de peticiones de AccessNow habilitando a miles de personas para enviarle una carta a las autoridades mexicanas. La carta mostraba la preocupación en torno a los aspectos de censura, neutralidad, espionaje y persecución a usuarios de redes sociales que se han vivido en México y potencializan legislaciones como #TPP, #LeyTelecom y #Amprofon
Los servicios de peticiones en línea se volvieron a utilizar cuando los niveles de apoyo se desbordaron alcanzando a miles de personas. La plataforma Change.org habilitó que más de 100,000 personas firmaran un llamado en contra de #LeyTelecom dirigido al Senado de la República. En ese mismo sentido, la plataforma de telefonía incubada por la organización defensora de los derechos digitales, La Quadrature du Net, ha permitido que cualquier persona pueda realizar llamadas a senadoras y senadores para expresar su posición en torno a #LeyTelecom. Este servicio y tutoriales de uso están accesibles en internetlibre.mx/actua.
Conscientes que los servicios tecnológicos no tienen impacto sin una base de usuarios informada y activa, importantes acciones de incidencia se han basado en las acciones directas de presión y convencimiento a líderes de opinión y de poder. Gran muestra de ello ha sido la actividad de ContingenteMX y Libre Internet para Todos que uniendo fuerzas han enviado cartas y movilizado a líderes de opinión generando eco de conciencia e información en miles de personas dentro y fuera del mundo. Líderes de opinión en redes sociales como @sopitas, @RoblesMaloof o @YoSoyRed han dado eco a puntos de vista, análisis y llamados a movilización alcanzando a la juventud mexicana. Sitios como 1111mxeinternetparatodos.org así como líderes de opinión y análisis cómicos como Chumel Torres han buscado explicar los riesgos de #LeyTelecom de manera sintética, didáctica y hasta entretenida.
Desde latrincheratecnológica, motivados por el reto que implica hacer más fácil para cualquier persona saber lo que dicen los artículos más controvertidos de #LeyTelecom, la organización de hackers cívicos Codeando México desarrolló Explica.la/ley, un sitio en donde las interpretaciones o “traducciones a lenguaje ciudadano” se pueden visibilizar, sobre el texto original de la ley. Este esfuerzo se une al desafío que día con día enfrentan los proyectos de seguimiento y análisis legislativo (seguir trabajo de Curul501 y Borde Político en México y DemocraciaenRed.io en Argentina) para vincular a grupos ciudadanos con aquello que sucede en los congresos.
Así como la lucha por la libertad de expresión y los derechos digitales sigue, también continuarán los esfuerzos tecnológicos y de comunicación para que la ciudadanía logre entender aquello que está escondido y codificado (en lenguaje legal) en documentos y discusiones legislativas. Dependerá de la inherente libertad de Internet, así como del trabajo de analistas y activistas, el que la ciudadanía vaya identificando qué aspectos de una ley le son favorables o no y los demande con fuerza.