En años recientes, el formato más popular y controversial para eventos de tecnología cívica ha sido el hackathon. Un hackathon tradicionalmente es un evento en donde por un periodo de tiempo limitado (8 hasta 48 horas) combinan equipos multidisciplinarios para analizar y construir soluciones tecnológicas a alguna problemática social.

Por lo general, un hackathon tiene los siguientes atributos:

  • son espacios en donde especialistas técnicos (desarrolladores de sistemas y visualizadores web) interactúan con especialistas de causas cívico-sociales y de gobierno.
  • son espacios físicos de interacción entre las mismas comunidades técnicas.
  • se generarán nuevas ideas en relación a problemáticas sociales.
  • se sensibiliza a grupos ajenos a causas y problemáticas sociales.
  • se generan expectativas de impacto social entre sus participantes y organizadores.

No obstante, es común que en estos eventos haya limitantes importantes que demeriten su ejecución:

  • las aplicaciones y soluciones tecnológicas desarrolladas no son utilizadas por parte de las contrapartes cívico-sociales, gobierno y usuarios finales.
  • las aplicaciones y soluciones tecnológicas no se desarrollan en su totalidad, limitando los productos finales a prototipos y ejercicios demostrativos.
  • las aplicaciones y soluciones tecnológicas desarrolladas no resuelven una necesidad real.
  • las aplicaciones y soluciones tecnológicas desarrolladas son iguales o muy similares a desarrollos ya existentes en el mercado o desarrollados en otros hackathons.
  • se replican prácticas cliente-proveedor para desarrollar un producto determinado por un reto, limitando la interacción entre comunidades técnicas y comunidades cívico-sociales y gobierno.
  • cuando se centra la motivación en premios, las comunidades tecnológicas tienden a dejar de lado sus motivaciones cívico-sociales, dándole mayor importancia a la económica.

Con base en la experiencia, tras numerosos hackathons cívicos en América Latina desde 2011, en SocialTIC nos hemos dado a la tarea de críticamente analizar los formatos de eventos de tecnología cívica con tal de evitar ciegamente “realizar un hackathon” y poder diseñar eventos que contemplen las características esenciales para lograr el impacto cívico y tecnológico deseado.

A continuación, se describen algunas de las variantes a considerar en el diseño de un evento de tecnología cívica:

Independientemente de las características de un evento tipo-hackathon, existen variables que siempre se deben de considerar:

  • Involucrar a todos los actores participantes (tecnólogos, gobierno, sociedad civil, etc.) antes del evento para que conozcan la naturaleza del mismo y establezcan expectativas.
  • Comunicar concretamente las razones por las cuales cada actor debe de participar, ya que las motivaciones varían dependiendo de los tipos de actores.
  • Tener expectativas muy precisas sobre el impacto deseado del evento para que se comunique apropiadamente y para que las actividades a realizar sean congruentes con estas expectativas.
  • Contar con información, datos y especialistas asociados a las problemáticas a tratar en el evento.
  • Los datos disponibles deben de estar en formatos abiertos y tener niveles de granularidad necesarios para realizar el análisis correspondiente para lograr el entendimiento del problema, así como generar insumos para aplicaciones o desarrollos tecnológicos.
  • Contar con requerimientos puntuales de desarrollos tecnológicos que se demanden desde los grupos cívico-sociales o gobierno.
  • Contar con la infraestructura necesaria para trabajar y tener convivencia espontánea durante el evento.
  • Tener el compromiso y apoyo de actores que demandan soluciones tecnológicas para que los procesos de desarrollo e implementación de producto se lleven a cabo.
  • Realizar la difusión necesaria previa, durante y posterior al evento para que se conozcan las acciones, participantes y resultados del mismo.